Piel normal: Es el tipo de piel ideal. Se encuentra bien hidratada, y tiene los poros un poco cerrados. Es bastante tersa y no tiene brillos de ningún tipo.
Piel seca: Está falta de hidratación. Tiene los poros tan cerrados que no recibe agua. En los rostros con estas características suelen aparecer arruguitas en las zonas de la cara que más se mueven al gesticular (ejemplo: comisuras de los labios o borde exterior de los ojos).
Piel grasa: Tiene el poro muy dilatado, y puede estar escamada. Para las personas con este tipo de piel, es recomendable la utilización de productos "oil free", que no contienen grasas añadidas y, por tanto, favorecerá la eliminación de brillos creando un efecto mate.
Piel mixta: Es una combinación entre seca, normal y grasa. La zona "T" (frente, nariz y barbilla) se caracteriza por ser especialmente grasa, mientras que el resto de la cara es normal o seca.
Cualquiera de estos cuatro tipos de piel puede ser,además, sensible. Es decir, una piel seca puede ser sensible, igual que lo puede ser una grasa, una normal o incluso una mixta. Las pieles sensibles reaccionan ante cualquier cosa. Algunas pueden llegar a ser reactivas, lo que las obliga a usar cualquier tipo de productos con componentes vegetales, y nada de componente animal.
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